Mucha o poca luz para nuestras suculentas
Pues como siempre en estos casos depende de muchos factores. Ya hablamos en un post anterior de las Sanseverinas, de las Crassulas ovata y de las Gasterias como algunas suculentas muy conocidas y de baja necesidad lumínica. No hay un patrón genérico que determine si es mucha o poca la luz pero si podemos ver síntomas que nos indiquen sobrexposición o infra exposición.
Sobrexposición
Será el más visible de los efectos en las plantas, afecta al color y a la dermis, y si además sufre de baja hidratación el deterioro será mayor. Las Crassulas gen. amarillean las hojas por completo o bien enrojecen los flancos. Si es muy fuerte la insolación aparecerán bordes marrones y las hojas caerán
En los Aloes gen. las puntas se doblan y se hacia si mismas y todo la hoja pierde el verde brillante pasando a un rosa apagado.
Los Kalanchoes beharensis oscurecen la base de su tomento y «arrugan » sus hojas que además son mas proclives a caer prematuramente
Los Aenoium tienen un comportamiento muy diverso; así como los Velour tienden a amarillear sus hojas, los arborium pierden casi todo su follaje y en el extremo esta el Zwarkptoff que llega a tumbarse, sin legar a morirse, si además pasa sed.
Los Sedum gen. observan una curiosidad cuando reciben mucha luz y disponen de agua suficiente, van a estirar mucho sus tallos separando las hojas las unas de las otras, pero si no disponen de agua en cantidad ocurrirá al revés, van a acortar sus tallos y van a enrrojecer sus hojas
Infraexposición
El efecto más notorio va a ser el fototropismo u orientación natural al foco luminoso. Esto claramente es más visible en suculentas de tallos grandes. En las suculentas de porte bajo, como Haworthias gen. o Faucarias gen. la falta de luz hará que su dermis se vuelva más cirenea más mate.
Cabe decir que todo lo mencionado anteriormente tiene validez en plantas de vivero y en maceta, no es aplicable a plantas en su entorno natural porque el parámetro del suelo y sombreado vegetal e incluso humedad relativa modifica mucho su comportamiento.
En general y tratándose de plantas suculentas juveniles como las que tenemos en el vivero, no debe de darles el sol directo a partir de mediodía, hasta no cojan un porte considerable. Incluso en el caso de cactáceas se debe respetar esta regla hasta no lleven un año con nosotros.